La recuperación la haremos empresas y trabajadores, no los políticos y los gobiernos

La situación socioeconómica global es extremadamente débil. Las naciones se han endeudado hasta superar limites mas allá de lo razonable, nada que no supiéramos, porque el sector público no tiene sentido del riesgo. El problema es que la fiesta se acabó, la pandemia continúa, las vacunas no son la panacea que se pronosticaba y China sigue con su plan quinquenal de conquista mundial. 


El diagnostico es sencillo, el problema son las soluciones. Tenemos naciones con las peores generaciones preparadas de la historia, exportadores netos de talento ,los mejores huyen, y acaparadores netos de pobreza y desigualdad, los menos preparados y pobres en la busca de sobrevivir. Ejemplos hay para dar y tomar, España, Italia, Colombia, Argentina, Venezuela, Perú.


Los gobiernos prometen mejoras, reformas, cambios, los opositores venden dulces a los niños en la puerta de un colegio prometiendo una revolución social y económica de café para todos, el paraíso en la tierra, un paraíso para «zurdos» de todo para el pueblo, pero como siempre sin el pueblo. 


La reflexión es clara, la solución compleja, la salida dura. Los empresarios necesitan condiciones optimas para poder crear empresas, nuevos productos, atacar nuevos mercados, y los trabajadores harán el resto, porque siempre lo han hecho a lo largo de la historia.  La bajada masiva de impuestos a empresas y trabajadores, una renta única a personas físicas del 10% , un Impuesto de sociedades del 15% a grandes, medianas y pequeñas empresas, porque las empresas son todas iguales, un empresario es aquel que asume riesgos para mejorar el mundo a su alrededor, y la recompensa a ese esfuerzo se llama beneficio, empleo, desarrollo, consumo. El 100% del IVA debe dedicarse solo a dos cosas, Educación y Sanidad, el futuro de cualquier nación. 


El problema es que los gobiernos y políticos se creen la solución, ellos solo son el palo en la rueda para que la sociedad y la economía avance, deben hacerse a un lado, liberar de cargas a la sociedad y solo contemplar, la gente, los pueblos, las ciudades, los ganaderos, agricultores, empresarios, saben como hacer las cosas, no necesitan la burocracia para prosperar y hacer prosperar. 

Protestar está muy bien, pero mucho mejor es actuar. 

Ramiro Rodríguez – CEO