En todos los ámbitos de la vida la capacidad de aprendizaje es crucial para prosperar, no existe conocimiento vacío, pero la ignorancia si es el vacío en sí mismo. La minería no podía ser una excepción; desde tiempos inmemorables el arte de la extracción minera ha sido pasada de padres a hijos como una técnica artesanal, de la que dependen millones de familias sin apenas evolución técnica en 100 años.
En Latinoamérica hay contadas excepciones, todas de mano de grandes multinacionales con su proyección de ¨Megaminería¨, donde en búsqueda de la eficiencia a gran escala, la productividad ,la explotación se ha tecnificado mucho, pero esta tecnificación no siempre va de la mano de la responsabilidad social, corporativa y ambiental; ésto es sin duda la gran leyenda negra de estas compañías en su paso. Pero dejando a los grandes del mercado aparte, el minero pequeño y medio no ha sido capaz de corregir su explotación, muchos de ellos no han contado con los reales apoyos y la alfabetización, así como un ambiente seguro y propicio de trabajo ; de allí que sus formas de hacer minería son justificadas con diversas explicaciones, pero en su mayor parte la realidad que nadie quiere reconocer en el sector es el nulo interés en adquirir conocimiento y tecnificación, es la pereza y falta de ambición lo que lleva al minero a una pasividad extrema ante la evolución técnica, lo usual además es reaccionar con miedo ante la evolución y la tecnificación. Lo desconocido siempre genera resistencia y rechazo es normal y un sentimiento humano primario.
En SancuS estamos convencidos de la necesidad de hacer doctrina, enseñanza y casi “apología” del aprendizaje. Desde nuestras sedes y equipo seguimos trabajando codo con codo con todos aquellos mineros dispuestos a evolucionar con nuestras tecnologías limpias y ecológicas al 100% y lo que es más atractivo para el minero a multiplicar su rentabilidad y productividad. Próximamente comenzará la revolución 4.0 SancuS y el sector tendrá la posibilidad de sumarse a la mayor revolución técnica minera de los últimos 100 años.
Ramiro Rodriguez – CEO